Han sido mucho los jugadores madrileños que se han batido el cobre en el European Tour desde el inicio de los tiempos, allá por la década de los 70. Ahí están los casos de máxima élite como Antonio Garrido, Pepín Rivero, Nacho Garrido o Gonzalo Fernández-Castaño, por citar sólo algunos ejemplos. Es decir, han sido (y son) muchos y muy buenos.

Sin embargo, se da la curiosa circunstancia de que sólo un madrileño ha conseguido la tarjeta del Circuito Europeo a través del Challenge Tour. Fue Nacho Garrido en 1993. Es decir, han pasado ya 23 años desde aquello. No, definitivamente la segunda división del golf europeo no termina de entrar por los ojos a los jugadores de Madrid. Este es el desafío que tienen por delante esta temporada jugadores como Pedro Oriol, Antonio Hortal, Sebastián García Rodríguez o Seta Simón, por citar sólo algunos de los que ya han disputado alguna prueba esta temporada. El objetivo es acabar con esta larga sequía que dura más de dos décadas.

Y hoy es un buen día para echar la vista atrás porque ha terminado el Montecchia Open by Lyoness, una de las citas más importantes del año en el calendario del Challenge Tour y dos madrileños, Pedro Oriol y Antonio Hortal, han arrancado un buen botín. Bien se podría decir que han puesto en marcha la conquista de un lugar entre los quince primeros de la Race to Omán cuando termine el año, posición que otorga directamente la condición de Graduado y, por tanto, la tarjeta del European Tour.

Oriol ha terminado en la décima posición en Italia. Un gran resultado que le permitirá acercarse a ese ansiado top 15 del Challenge. Es su primer top ten desde el Challenge del Madrid del año pasado en El Encín. Es decir, ha pasado algo más de un año. Además, ha terminado con una tarjeta de 66 golpes, su mejor resultado desde, curiosamente, el Open de Italia del European Tour del año pasado. Se trata, sin duda, de una buena tabla de despegue.

Hortal, por su parte, ha hecho top 25, su mejor resultado desde el Challenge de España del año pasado, cuando acabó undécimo. Necesitaba el madrileño un resultado de este calibre para poner fin a una racha negra de nueve cortes consecutivos fallados. De hecho, no jugaba un fin de semana desde agosto del año pasado, mucho tiempo para un golfista de su categoría, ganador precisamente en el Challenge Tour de 2014 y 'cuasi' Graduado. Hay que recordar que en esa misma temporada, cuando ganó el Challenge de Catalunya, acabó decimosexto en el ranking del Challenge. Se quedó a las puertas de ser un Graduado oficial, aunque sí consiguió una categoría suficiente para armarse un pequeño calendario en el European Tour.

El desafío, por tanto, está en marcha: convertirse en el segundo graduado del Challenge madrileño de la historia. Oriol y Hortal han puesto este fin de semana la maquinaria en marcha.