El reconocido profesional de golf desvela en un vídeo práctico el error fundamental que causa el slice y ofrece un ejercicio sencillo para lograr un vuelo de bola recto y potente.
El slice, ese efecto de lado indeseado que desvía la bola hacia la derecha (para un jugador diestro), es la pesadilla de innumerables golfistas amateurs. Arruina tarjetas, genera frustración y parece, a veces, imposible de corregir. Sin embargo, el reputado entrenador David Castillo ha compartido una clave técnica fundamental que ataca la raíz del problema, prometiendo resultados visibles con la práctica.
A través de un vídeo didáctico, Castillo se centra en un momento crítico del swing: el downswing o la bajada del palo. Es aquí, según el experto, donde la mayoría de los jugadores cometen el error que origina el slice.
"¿Tienes problemas de slice? Seguramente en algún punto de tu swing, y especialmente en tu downswing, la cara del palo está excesivamente abierta, apuntando hacia el cielo", explica Castillo en su análisis.
Esta posición abierta de la cara del palo al iniciar la bajada hace casi imposible llegar al impacto de forma correcta (square). El jugador se ve forzado a realizar compensaciones de última hora con las manos o el cuerpo, lo que resulta en un golpe defectuoso "de fuera a dentro" y con la cara abierta, la receta perfecta para un slice pronunciado.
La corrección que propone David Castillo es tan simple en su concepto como efectiva en su ejecución. En lugar de dejar que la cara del palo se abra en la transición, el objetivo es conseguir la sensación contraria.
"Si quieres mejorar tu vuelo de bola y evitar este error, intenta que la cara del palo esté más cerrada durante la bajada, haciendo que apunte al suelo y se coloque por el lado de la varilla que se explica en el vídeo", detalla el profesional.
Este movimiento asegura que el palo baje por el plano correcto y llegue a la bola en una posición mucho más neutra, permitiendo un contacto limpio y una transferencia de energía óptima.
Los resultados de aplicar esta técnica van más allá de simplemente eliminar el slice. Según Castillo, los golfistas que logren interiorizar este movimiento notarán una mejora sustancial en varios aspectos de su juego:
Impactos más sólidos y centrados.
Un aumento considerable de la distancia, al reducir el spin lateral y mejorar la compresión de la bola.
Un vuelo de bola penetrante y recto, acabando con esa curva que tantos puntos resta al final de la ronda.
El consejo final del experto es claro: "Mucha suerte y, sobre todo, ¡a practicar!". La clave del éxito, como en todo en el golf, reside en la repetición consciente de este nuevo movimiento hasta que se convierta en una parte natural del swing.
Marta Muñoz, Ángela Revuelta, Rut Díaz e Icíar Rodríguez en categoría sub14 y Alejandra Hernández y Blanca Gómez-Ba...
El RCG Puerta de Hierro ha sido el anfitrión del prestigioso torneo con dos madrileños de pro: Sergio Jiménez y Car...