Ante un mundo cada vez más sumergido en la fugacidad de lo digital, las “experiencias”, como un partido de golf, se acercan a lo eterno, como un susurro tangible que nos conecta con la humanidad. Lo analógico frente a lo digital. Ambos juntos pueden sumar si no intentan restarse.
Cuando llueve y hace sol, sale el arco del Señor
A la edad donde las responsabilidades laborales son menores o se ha llegado al “júbilo” de jubilarse, el golf es un...
El comité técnico de árbitros y reglas de la RFGM en su incansable labor de divulgación de las reglas del golf, hiz...
La madrileña estrena su palmarés universitario en Estados Unidos por todo lo alto, ganando el torneo individual de ...