Ante un mundo cada vez más sumergido en la fugacidad de lo digital, las “experiencias”, como un partido de golf, se acercan a lo eterno, como un susurro tangible que nos conecta con la humanidad. Lo analógico frente a lo digital. Ambos juntos pueden sumar si no intentan restarse.
Cuando llueve y hace sol, sale el arco del Señor
La Real Federación de Golf de Madrid (RFGM) ha dado un paso más en su compromiso por mejorar la comunicación con lo...
Parafraseando a Frank Sinatra, la edad no es un número, es un estado del alma. En la Comunidad de Madrid la catego...
El golf es ese gran compañero que continuamente nos traiciona y humilla, pero al que siempre volvemos. Permítete te...