Dicen que, si el alumno no supera al maestro, ni es bueno el alumno, ni es bueno el maestro. La verdadera medida del éxito de un maestro y de un alumno es su capacidad de superarse mutuamente, de tal manera que el maestro no solo enseña, sino que también impulsa al alumno a alcanzar un nivel superior.
Aprendiendo mientras se divierten con su profesor-fotógrafo; Jacobo Santiuste
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