Con un buen equipamiento, jugar al golf a bajas temperaturas, te permite disfrutar del campo con menos gente y planificar tu estrategia de manera distinta. En invierno los greenes están más blandos y el campo más lento por el efecto del agua, lo que implica otra forma de juego.
A menor temperatura el aire es más denso y la bola estará fría, lo que genera que se pierda spin y velocidad, lo que es lo mismo se pierde distancia. Y en la entrada al green, evitar golpes muy altos, pues debido a la dureza del green no darán el resultado que se podría esperar.
Las bajas temperaturas se combaten con guantes, gorros de lana y con deporte. No hay nada peor para un golfista que unas manos heladas por el frío. El mantenerlas calientes evitará que perdamos sensaciones en los dedos. Tu golf está en tus manos. Mímalas como mimarías el palo.
Abrigarse sin que ello afecte a tu capacidad para realizar un correcto swing y mantenerse seco es fundamental para disfrutar del golf en invierno. Las extremidades y la cabeza son las partes que más calor pierden, por ello se ha de mantener las manos, pies y cabeza calientes. Guantes de invierno/técnicos (en las dos manos),
zapatos de golf impermeables (calcetines técnicos) y un buen gorro mitiga la pérdida de calor. Si además cabe un termo con bebida caliente mejor que mejor para aguantar los 18 hoyos calentito.
Si nunca has sentido bajo tus pies como cruje el hielo de green es que nunca has jugado en invierno al golf.