El refranero español es sabio y preciso en sus refranes. Uno de ellos “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro” es de lo más certero y real. Y de entre muchos deportes, el golf es perfecto para mantener o hacer nuevos amigos.
El golf es un aliciente contra la tristeza y la ansiedad, pudiendo practicarlo con amigos y familiares, al aire libre y rodeados de paisajes bellísimos. Es también un modelo ejemplar de convivencia donde es posible que abuelos, hijos y nietos participen de la misma actividad deportiva, convirtiendo al golf en un deporte único.
Salir a un campo de golf con amigos y jugar 3, 6, 9 o 18 hoyos con amigos, bajo el sol y la brisa invernal no tiene precio. El golf es una fuente inagotable de energía, de emociones profundas, un camino hacia el bienestar y un estilo de vida donde mantener y forjar nuevas amistades. Mientras lo practicamos acompañados de amigos y/o familiares, los problemas se paralizan, se difuminan, no existen durante ese rato.
En estos tiempos donde la mayoría de las personas andan más irritables, hostiles y tristes, es vital arrancar los pensamientos negativos con la práctica de algún deporte y si es en compañía de seres queridos mejor que mejor. Simplifica la realidad y es un antídoto contra la tristeza.
Y el golf es ideal ya que conjuga todas las ventajas de un deporte individual, al aire libre donde se quedan fuera el miedo y la ansiedad. Es sinónimo de salud. Todo son efectos beneficiosos; bienestar físico, psíquico y social.
Y si encima, ese día juegas bien, la sensación de plenitud es máxima.