Pedro Oriol ha cerrado esta semana en el Tshwane Open la mejor semana de su carrera en el circuito europeo, pues finalizaba en octava posición y antes nunca había conseguido un puesto siquiera dentro del top-ten. Todo un golpe de efecto que confirma su progresión y también un magnífico modo de afrontar una jornada festiva como es la boda de su hermano, que tiene lugar esta misma semana y que le ha impedido viajar a la India para disputar el Hero Indian Open, siguiente parada en el calendario del circuito europeo.

Nunca va a olvidar el madrileño la última vuelta en el Pretoria Country Club de Waterkloof, Sudáfrica. Firmaba un 62, de largo el mejor resultado del torneo y también el mejor registro de toda su carrera en el circuito europeo, y remontaba casi cuarenta posiciones, finalizando además con un eagle estratosférico en el hoyo 18 tras embocar u putt de más de diez metros.

Pedro ya había jugado el jueves muy bien, pero no metió ni un putt y, además, en las escasas tres ocasiones que tuvo que recuperar, no lo consiguió. El segundo día cambiaron las tornas: juego mucho más irregular de tee a green, pero toda una exhibición alrededor de green. El sábado sintió de nuevo que su juego estaba por encima del resultado, pero consiguió mantener una actitud positiva para afrontar la última ronda de la mejor manera. Y en la ronda definitiva, al fin, se juntaba la tormenta perfecta. El propio jugador nos pasa al detalle la magnífica hoja de ruta dominical:

– En el hoyo 2 conseguía el primer birdie embocando desde dos metros.

– En el hoyo 6, birdie dado.

– En el hoyo 9 la enchufaba desde seis metros.

– En el hoyo 10, desde tres metros.

– De nuevo desde tres metros para birdie en el 13.

– En el 15, otra vez dado el birdie…

– En el 17, par 4 corto, la ponía en el green desde el tee y sacaba un birdie sencillo con dos putts.

– Y en el 18, par 5, alcanzaba el green de dos y embocaba el eagle desde más de diez metros.

– Y aún pudo haber sido mejor de haber embocado un putt de un metro que tuvo en el 16 para salvar el par…

Oriol estaba exultante, como no podía ser de otra manera. “El sábado me fui del campo con muchas ganas de jugar bien y buenas sensaciones con el putt. Y hoy me he traído todo esto… He empezado a pegar golpazos desde el primer momento, cogiendo calle y green, calle y green, sin parar, jugando casi perfecto y dejándome algunas opciones realmente muy cerca, algunas dadas para birdie. Estaba algo frustrado porque estaba jugando bien, pero no conseguía hacer buenos resultados, pero la clave ha sido mantenerme paciente y con buena actitud, confiando en que antes o después iba a poder juntarlo todo. La paciencia ha sido recompensada”, señalaba el jugador minutos después de acabar la ronda.