Reírse de uno mismo, especialmente en la montaña rusa emocional que a menudo es el golf, te asegura la diversión de por vida. El secreto reside en resistir la tentación de la autocrítica despiadada, ese juez implacable que todos llevamos dentro. Curiosamente, el golpe más temido por los golfistas, el infame bogey, en sus albores, se consideraba un buen resultado. Ironías del destino… para morirse de risa.
Ataque de risa en un partido de golf
El pasado sábado se disputó la segunda prueba del Circuito Juvenil Access Series para la categoría masculina y fem...
Cincuenta y cinco jugadores disputaron el pasado domingo la quinta cita en Golf Campo de Layos, Toledo.