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Marta Sanz ha jugado trece torneos esta temporada en el Symetra Tour. Su balance es de una victoria, ocho cortes superados y cuatro top 25. No es necesario aclarar que se trata de una gran balance, no en vano, hace dos semanas se convertía en la segunda española de la historia en ganar en este circuito de promoción hacia el LPGA Tour.

Sin embargo, Marta está aún a más de 20.000 dólares del top ten del orden de mérito, el gran objetivo del año, las jugadoras que conseguirán la tarjeta del LPGA cuando acabe la temporada. Este dato sólo es un reflejo de la enorme competencia y la extraordinaria dificultad que tiene este circuito. El desafío es mayúsculo y hay que dar todo el crédito del mundo a la madrileña por estar en la recta final del año metida de lleno en la pelea por conseguirlo.

Marta tiene un mes por delante para lograr la proeza. Son cinco torneos, cinco semanas seguidas en las que ya no se puede mirar atrás. La victoria hace dos semanas en el FireKeepers Casino Hotel Championship ha sido un refuerzo gigante, una demostración de que está al nivel de las mejores y que puede alcanzar ese top ten. La Federación de Golf de Madrid ha hablado con la pequeña de las hermanas Sanz justo cuando iba camino de Kansas para encarar la próxima cita. Nos cuenta sus planes, lo que sintió con la victoria junto a su hermana Patricia de caddie y la enorme dificultad del Symetra. Una interesante conversación.

Una gran victoria en un momento clave de la temporada… La sensacion fue increíble. Como cualquier victoria siempre es genial, pero en el Symetra Tour, siendo tan orientando al top ten de la lista cada semana, lo hace muy importante para el objetivo final.

Las claves de una semana que jamás olvidará junto a su hermana en la bolsa… La verdad es que nunca salí pensando en ganar. Al principio de esa semana estuve intentando arreglar algunas cosas en mi juego largo y los tres días fui muy centrada en intentar mantener el juego en orden lo mejor que podía. El putt fue la clave de los primeros dos días y medio, sin duda. Salvé pares como nadie. Al pasar a los segundos nueve hoyos mi último día, mi juego largo empezó a cuajar. Y claro, dejándolas cerca y cómo venía pateando fue un festival de birdies. Iba con mi hermana en la bolsa, muy metida en el juego, pasándomelo bien con ella, estudiando golpes y leyendo putts. Sólo supe que debía ir arriba en el green de mi hoyo 14 porque empezó a llegar gente a verme. Y después lo vi oficialmente en un tablón antes de pegar mi tercer golpe del 18, que me había pasado el green y tenía que approchar. La clave sin duda fue armarme de paciencia los primeros días con mi juego largo, y el putt.

Está en el momento perfecto para asaltar el top ten… Sí, seguro que estoy en el mejor momento, sobre todo porque la victoria me ha puesto en posición de conseguirlo. Necesitaba algo así para afrontar los últimos torneos con opciones. Mentalmente también te da mucha fuerza, te das cuenta de que estás ahí y hace que todo sea mucho más real.

La diferencia entre el Symetra Tour y el Ladies European Tour… Para mí, los dos Tours no son comparables. El Symetra es una guerra continua por diez tarjetas, mientras que el LET es, o era, ‘una forma de vida’ para mucha gente. Y eso cambia mucho la forma de afrontar el juego. El nivel del Symetra es mucho más alto de lo que se vende porque hay que ir a machete en cada golpe, vuelta y torneo. Un top 15 en el Symetra no te aporta nada, un top 15 en el LET pues obviamente querrías haberlo hecho mejor, pero es un buen torneo. Como nivel de juego para mí no es comparable por eso. En el LET juega gente estabilizada con rankings mundiales altos y por eso es un gran nivel. En el Symetra aparece gente nueva a medida que pasan los meses, de las universidades, gente con condicional de la LPGA, etcétera… Entonces, no hay manera de medir. A priori por ranking mundial no parece un gran field y sin embargo es muy fuerte, porque hay mucha gente que ni siquiera tiene ranking mundial cuando entra.

El gran objetivo es conseguir la tarjeta del LPGA, pero los sueños siguen siendo más grandes… Es un paso en el camino. El sueño no es llegar a la LPGA. El sueño es competir con las mejores cada semana, medirme de tú a tú. Ganar una Solheim, ganar un major. Los sueños son muy grandes, pero para conseguirlos hay que cumplir objetivos, el primero es meterse en la LPGA.

El calendario más inmediato… Pues me quedan cinco torneos seguidos del Symetra ahora. (Kansas, Arkansas, Alabama y dos en Florida). Según acabe marcará el resto de mi calendario. Veremos si me vuelvo rápido a jugar el LET o me quedo a jugar la escuela. Sí o sí jugaré el Open de España en noviembre.