Nacho Garrido tira de buen humor al poco de firmar la tarjeta de la tercera ronda del Open de España. “A ver cómo llego a mañana porque esto de jugar cuatro días, no sé yo...”, señala entre risas.

El madrileño bromea, pero tiene motivos para la exageración. Esta semana en El Prat de Barcelona ha pasado su primer corte en un torneo del European Tour en casi dos años. Se dice pronto.

La última vez que jugó los cuatro días fue en agosto de 2013, en el Johnnie Walker Championship de Gleneagles. Desde aquella semana, entre lesiones, la mononucleosis que sufrió el año pasado y la pérdida de la tarjeta apenas ha jugado nueve torneos hasta este Open de España. La satisfacción de Garrido es más que evidente y justificada. “Pasar el corte es un bonus que no esperaba cuando llegué aquí”, avanza.

En cualquier caso, el juego está en perfecto estado de revista y esa es la mejor noticia. Aún se nota oxidado con el juego corto, pero es más fruto de la falta de competición que de otra coas. “Se me han escapado golpes en esa parte del juego donde hay que estar más fino, alrededor de green y con el putt. No es fácil ajustar las distancias, pero en general estoy muy contento”, afirma.

Garrido jugará la semana próxima el BMW PGA Championship de Wentworth, torneo al que ha sido invitado como ganador. Tendrá una semana más para ir agarrando ritmo y condición física, aunque el madrileño no tiene prisa. Sabe que las cosas irán saliendo poco a poco, con paciencia y confianza en el trabajo que se está haciendo. “Nunca tuve en mi carrera demasiadas urgencias ni prisas, y ahora tampoco. Tengo que ir poco a poco recuperando el mejor nivel”, explica. Garrido tiene 43 años y suma ya 526 torneos en el European Tour, por lo que nada le va a hacer ponerse nervioso o perder pie. Pincha aquí para ver las declaraciones de Nacho Garrido.