Es difícil mantener la fe y jugar golpe a golpe cuando todo parece que está perdido. El truco es no entrar en el futuro y permanecer en el presente del golpe que estás realizando y tratar de evitar la tentación tan recurrente de querer pegar la bola cada vez más larga con el drive;  algo natural, pero muy dañino.

Una parte esencial que repiten casi todos los profesores de golf es ensayar, practicar y probar. El ensayo es la parte del golf menos ensayada. La pereza y el haber fallado el golpe anterior son los enemigos del ensayo. Y ensayando es donde eres más libre con el palo y puedes jugar con él sin la responsabilidad de la precisión, el qué dirán, ni sentirte observado.

Para lograr un golpe maestro, hay que tener una rutina de ensayo muy lograda, como en casi todos los deportes. Cuantos más ensayos mejor, pero no sólo dar bolas y vaciar cubos y cubos de bolas, también en el putting green.

Lo verdaderamente importante es aprender a jugar en la incomodidad y el desencanto para hacer pocos golpes. Cada día es una historia nueva contra la cual no hay que luchar sino adaptarse a ella.