Sebastián García Rodríguez consiguió este sábado su primera gran victoria como profesional al imponerse en el Alps Las Castillas disputado en Cabanillas Golf, Guadalajara. Que cómo lo celebró. Hoy domingo ha estado en la casa que tiene alquilada junto a su pareja haciendo 'chapuzas'. “Hemos pintado unos barrotes negros de la habitación de arriba donde va el despacho y nos hemos traído un sofá”, asegura a la Federación de Golf de Madrid. Y es que la vida sigue.
Sebastián García Rodríguez consiguió este sábado su primera gran victoria como profesional al imponerse en el Alps Las Castillas disputado en Cabanillas Golf, Guadalajara. Que cómo lo celebró. Hoy domingo ha estado en la casa que tiene alquilada junto a su pareja haciendo 'chapuzas'. “Hemos pintado unos barrotes negros de la habitación de arriba donde va el despacho y nos hemos traído un sofá”, asegura a la Federación de Golf de Madrid. Y es que la vida sigue.
Esta escena tan casera refleja perfectamente la evolución que ha experimentado este valioso jugador madrileño en los últimos meses. El golf va por un lado y la vida por otro. Ni por ganar nos vamos a volver locos ni tampoco por quedarnos fuera de la Escuela. La vida sigue y está para vivirla de la mejor manera posible. Lo importante es hacer las cosas bien, darlo todo y disfrutar del camino que lleva al objetivo. Si después se consigue, pues miel sobre hojuelas. En este sentido, García Rodríguez está convencido de lo que está haciendo.
¿Cómo se digiere un triunfo como éste 24 horas después?
Pues diría que hay un poco de todo. Al entrenar cada día con un jugador del European Tour (Nacho Elvira) y tener un profesor como Pepín Rivero, que ha ganado mucho, te queda un poco la sensación de que eres el 'pringao' del grupo que no has ganado nada, o casi nada, porque sí gané una final del Circuito de Madrid de Profesionales. Está claro que me he quitado una espinita. Este triunfo me hace creerme un poco más que soy jugador de golf. He estado muchas veces arriba en los torneos, pero nunca había rematado, como dicen los toreros. Esta vez al fin supe aprovechar la oportunidad.
No han sido años fáciles...
Es inevitable tener dudas. Ha sido mucho tiempo de espera hasta que ha llegado este triunfo. Llega un momento en que te preguntas si serás capaz de ganar alguna vez y llegas a pensar que no vales. Además, tengo la suerte de entrenar con Nacho Elvira, que es un ejemplo para todo, y Pepín Rivero. Esto me ha ayudado, pero por otro lado sientes que él gana y tú no... Y son dudas.
¿Cuál dirías que ha sido la clave para lograr esta victoria?
Creo que la clave es el equipo de trabajo, con Pepín Rivero y Edu Serrano. Estoy entrenando además con un entrenador mental que nos está ayudando mucho. Ha habido un cambio de actitud. Creo que nos ha ayudado mucho a Nacho y a mí, aunque él ha ido mucho más rápido (risas). Estoy yendo más calmado por el campo, más estable. Ya nos dijo que los frutos muchas veces tardan en llegar, pero que lo más importante es tener confianza, saber lo que quieres y que la vida exterior al golf no te afecte en el campo. Hay que creer en lo que haces y todo eso me está ayudando mucho. Si no te lo crees, nunca llegará. Estoy mejor en todo gracias a mi equipo, y todo se va alimentando. Si físicamente estás mejor, te concentras más, si te concentras más tienes mejor actitud y si todo eso va bien, pues el swing también funciona mejor.
¿Cuál es el plan para el resto del año, cambia algo con esta victoria?
En principio no va a cambiar mucho. Jugaré algún Alps que me encaje bien en el calendario, pero seguiré centrado en el Gambito, en jugar lo que pueda del Challenge y en preparar la Escuela. Ese es el objetivo más importante porque la meta sigue siendo el European Tour. Eso no cambia. Es lo que está marcado en rojo. Hay que seguir trabajando y confiando en lo que estoy haciendo. Lo demás llegará. Hay que tener en cuenta que ahora mismo la igualdad es brutal. Cualquiera de los 150 que juegan un torneo pueden ganar, porque todos tienen una preparación muy buena.
Los problemas físicos son ya cosa del pasado
Siempre he tenido muy mala suerte porque he tenido muchos problemas, aunque también es porque no hacía las cosas bien, en la alimentación y en lo físico. Por ejemplo, yo de pequeño hice mucho motocross y me rompí muchos huesos. Con la edad, eso pasa factura. Sin embargo, con el trabajo que he hecho con Edu Serrano estoy mucho mejor. Diría que desde septiembre estoy al fin entrenando y compitiendo al ciento por ciento. Y ahora ha llegado el fruto. Más allá de que haya ganado o no, lo importante es que me gusto compitiendo y quiero seguir con este plan.
Y todo esto, no es más que una estupenda noticia para el golf madrileño y español.
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