Repetir el doblebogey del 6 le costó meterse entre los 3 mejores resultados y tuvo que conformarse con terminar séptimo

Toulouse no tuvo secretos para Sebastián García. O al menos eso es lo que parece al leer las tarjetas del madrileño. Cuatro vueltas -tres de ellas bajo par- daban buena muestra del estado de forma por el que atraviesa el golfista, con solo una ronda al par -tal vez la que le hayan dejado fuera del podio- el de El Robledal completaba los cuatro días con un global de -8, después de firmar 276 golpes.

Comenzando el repaso a lo que fue su torneo por el jueves, sus guarismos ya dejaban entrever que a Francia llegaba a por todas. Sobre todo a desquitarse del varapalo del incidente con la avispa en Finlandia en donde había puesto buena parte de sus esperanzas para la temporada. Al final del día, seis birdies a loa que habría que restar tres bogeys, le metían en el primer tercio de la clasificación. Una segunda jornada a la que podiamos calificar de anodina, le dejaba con el par del campo aunque le permitía ascender posiciones y situarse por debajo del puesto veinte de la general.

Con el corte pasado y los deberes hechos llegaba la jornada de movimiento. Dieciocho hoyos que los profesionales saben que deben aprovechar muy bien si quieren posicionarse de cara al domingo. Evidentemente, con los números del viernes, el objetivo debía ser el top ten. Dicho y hecho. Birdie para arrancar y susto importante en el hoyo seis, donde un doblebogey le dejaba sin rentas. Menos mal que la misma explosividad y arrogancia que en ocasiones le cuesta más de un quebradero de cabeza, en esta ocasión sirvió para meterle, aún más, entre los mejores. Dos eagles, al 11 y al 14, para rematar los segundos nueve con birdie al 15, le metian en un deseado top ten al que accedía por derecho propio.

Para la cuarta y definitiva jornada lo único que le quedaba por hacer a García era jugar sus cartas e intentar, sin correr riesgos, mejorar sus ganancias, aunque la situación no era facil de sostener y nada más empezar el día -en el hoyo 2- un bogey le daba un susto del que se desquitaba con un eagle en el hoyo cinco, justo antes de repetir el doblebogey con el que saldaba el hoyo seis, apenas veinticuatro horas antes. Como era de esperar, García, pura garra, no bajaría los brazos y terminaba por arrancarle al campo dos golpes por la segunda vuelta para terminar con uno bajo par, y ascender hasta la séptima posición.