Empieza este jueves la primera gran batalla del año entre Rory McIlroy y Jordan Spieth. No hay que ser ningún visionario con una dotes más o menos sobrenaturales para saber que no será la última... ni mucho menos. Es el gran duelo de 2016. Los dos titanes, con permiso de otros, claro, como Jason Day, Dustin Johnson o Rickie Fowler, por citar sólo algunos ejemplos.
Empieza este jueves la primera gran batalla del año entre Rory McIlroy y Jordan Spieth. No hay que ser ningún visionario con una dotes más o menos sobrenaturales para saber que no será la última... ni mucho menos. Es el gran duelo de 2016. Los dos titanes, con permiso de otros, claro, como Jason Day, Dustin Johnson o Rickie Fowler, por citar sólo algunos ejemplos.
La batalla se disputa en mitad del desierto, en el Abu Dhabi HSBC Championship. Un duelo al sol en toda regla. Es el primer torneo del año para Rory McIlroy, mientras que Jordan Spieth viene de rubricar una exhibición majestuosa en el estreno de 2016 en el PGA Tour, con una victoria sin paliativos en el Hyundai Tournament of Champions.
El combate, sea quien sea el ganador final, es ya de por sí una gozada para los aficionados y para el propio deporte del golf, no sólo por lo que transmiten y demuestran dentro de la cancha, sino por el ejemplo que dan cuando se sientan delante de un micrófono, se paran en una ronda de prácticas para hacerse mil y una fotos o firman autógrafos a diestro y siniestro.
Dentro de este talante exquisito hay que enmarcar las palabras de hoy de McIlroy en Abu Dhabi. No sólo no duda en elogiar el talento de su rival, sino que llega a reconocer abiertamente cuál es la cualidad del texano que más le asombra. “Obviamente, creo que como a todos, siempre me ha impresionado su manera de patear, sin embargo hay algo concreto en lo que me parece que es excepcional: su manera de leer la velocidad de los greenes. Vi algo del torneo de Kapalua (Hyundai) y era impresionante. Los greenes allí son muy grandes y es muy fácil dejarte un putt de diez o quince metros. Pues bien, la deje o no la deje muy cerca del hoyo, notas que la bola siempre viaja a la velocidad adecuada para entrar en el hoyo, para darse la oportunidad. Cuando no entra, apenas se pasa un metro como máximo. Su velocidad y su ritmo con el putt son alucinantes”, afirma.
El primer gran torneo del año comienza este jueves en el European Tour y promete emociones muy fuertes. McIlroy llega con hambre para intentar borrar la segunda parte de la temporada pasada, truncada por una inoportuna lesión jugando al fútbol. Mientras, el hambre en Spieth no decrece. Vean si no: “hay dos maneras de encarar los éxitos. Puedes estar satisfecho y regodearte en todo lo que has hecho o puedes mirar lo que han hecho otros jugadores antes que tú y darte cuenta de lo lejos que estás de ellos. Y me refiero a golfistas de mi generación, como Tiger, Phil o Rory. Su prefiero la segunda opción. Quiero que mi nombre quede grabado en la historia porque logré tantas cosas como pude. No tengo tanta satisfacción por lo que he hecho como hambre por lo que puedo conseguir aún”, remata. ¿Es o no es para frotarse las manos?
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