Pedro Oriol ha comenzado este sábado su participación en la gran Final de la Escuela del European Tour, algo así como la selectividad del golfista, un despiadado examen a 108 hoyos que determinará qué jugadores se codean el próximo año con la élite del Circuito Europeo. El único madrileño en esta cita lo afronta como un todo o nada, ya que el premio menor de esta final de la Escuela, es decir, obtener la tarjeta del Challenge Tour, ya lo tiene en el bolsillo.

Es una semana muy tensa. Hay golfistas, incluso ganadores de grandes, que han definido este trance como el más duro de sus carreras. Es una batalla sin cuartel, aunque a Oriol no le pilla precisamente de nuevas. Esta es la gran baza del golfista madrileño en la final. Además de tener asegurada ya la tarjeta del Challenge para el próximo año, Pedro es un ilustre veterano en estas lides. No en vano, afronta su quinta final de la Escuela, la tercera consecutiva.

Oriol también sabe perfectamente lo que significa superar esta selectividad. Su balance, de hecho, no es nada malo. Ha conseguido la tarjeta en dos de sus cuatro presencias en la Final, un sensacional porcentaje del cincuenta por ciento que aún podría mejorarlo este año. Las finales de Pedro han sido en 2010, 2011, 2014 y 2015 y logró la tarjeta en 2010 y 2014. Si fuera como el juego de la margarita, habría que decir que en 2016 le toca ganar la tarjeta.

La Final se disputa en el PGA de Catalunya, y más concretamente en sus recorridos Tour (par 70) y Stadium (par 72). Las cuatro primeras rondas se juegan de manera alterna en los dos recorridos, mientras que los últimos 36 hoyos se disputan de forma íntegra en el Stadium, el mismo campo que ha acogido el Open de España. Tras la cuarta ronda se producirá un corte con los 70 primeros y empatados.

Oriol llega a la Final con la confianza por las nubes tras haber realizado una gran final de temporada en el Challenge Tour y su flamante victoria en el Circuito de Madrid de Profesionales.