Pedro Oriol ha sido decimoquinto en el Open de Portugal, torneo compartido por el European Tour y el Challenge Tour que se ha disputado esta semana en el Morgado Golf Resort del Algarve. Es su mejor resultado en la primera división del golf europeo desde hace casi dos años. Exactamente, desde que acabó undécimo en el Lyoness Open de Austria en junio de 2015. Desde entonces, había jugado 18 torneos en el circuito europeo y no había podido alcanzar ningún top 15. Es, sin duda, un paso adelante.

¿Se podría decir también que es el inicio de algo? Eso lo dirá el tiempo, pero lo que ya se puede constatar como una realidad es que Pedro Oriol se marcha de Portugal con una cosa muy importante. Ha hecho las paces con un viejo amigo, con su putter. El golfista madrileño llevaba tiempo sin encontrarse a gusto con el putt, una herramienta, por otra parte, que había sido de lo mejorcito de su bolsa durante toda su carrera.

A cualquier compañero de Oriol que le preguntes te dirá los mismo. “Pedro en los greenes tiene mucho peligro”. Siempre ha sido un pateador fino, de instinto y tremendamente certero. Sin embargo, en los últimos tiempos había entrado en una especie de túnel en esa parcela del juego y había contagiado al resto. Pero esta semana ha encontrado algo...

Concretamente, Pedro decidió bajar el centro de gravedad en su posición al patear. Es decir, ahora patea con las piernas más abiertas y el grip más bajo. El ajuste ha sido mano de santo. Desde el principio se ha sentido más cómodo y en el Open de Portugal ha funcionado de maravilla. Oriol no ha sido precisamente un reloj de tee a green en Morgado. Más bien al contrario, ha sufrido de lo lindo con su swing, ha pegado golpes malos, se ha metido en problemas, pero ha sabido solventarlos aferrado a su putter para conseguir un valioso decimoquinto puesto en el major del Challenge Tour, el torneo más importante de la temporada en la Segunda división del golf europeo.

Pedro se marcha con una sonrisa de tierras lusas. “Me voy muy contento por el putt y por cómo he luchado. Me he peleado con el swing, pero es una alegría para el cuerpo que ya la necesitaba”, asegura a la Federación de Golf de Madrid. Por cierto, en cuanto a su swing, en los próximos tiempos podría haber novedades respecto a su equipo de trabajo.

Oriol afronta la próxima semana el Andalucía Match Play 9, un torneo de formato diferente que se disputa en La Cala Resort, en Mijas. Su reconciliación con el putter no podía haber llegado en un mejor momento, antes de un torneo con un formato donde posiblemente es el palo más importante de la bolsa.