Eduardo Vegas participó el pasado fin de semana en uno de los múltiples torneos que organiza el Comité de Pitch & Putt de la FGM. En este caso, uno de Primera Categoría que tuvo lugar en Golf Olivar de la Hinojosa.

Eduardo era uno de los 76 jugadores convocados. Y se presentó con su hándicap 19 con la ilusión con la que juega cada vez que coje un palo de golf, o como cuando se junta con sus compañeros en el Coro Abierto de la ORCAM (Orquesta de la Comunidad de Madrid).

Hasta aquí todo normal.

Y es que, Eduardo sabe lo que es saborear las mieles del triunfo. Como cuando logró la Medalla de Bronce en los Special Olympics que se celebraron en Abu Dhabi en 2019. O como cuando ganó el Campeonato de España de Golf FEDDI la temporada pasada, por décimo segunda ocasión, y también suma un subcampeonato del Ránking del Circuito de Golf Adaptado, en 2016.

Eduardo sabe manejar los palos igual que sabe tratar todo lo que crece de la tierra, no en vano también participa en un Taller Ocupacional de Huertos y Jardines, donde formados como horticultores y viveristas, realizan el mantenimiento básico de hasta 200 parcelas con las que cuenta la Fundación a disposición del público.

Porque, Eduardo, no para.

Eduardo Vegas con Rafael Nadal en la Escuela Rafa Nadal en Mallorca.

Golf, música, horticultura… y tenis. A finales del año pasado, Eduardo participó en el proyecto Más que Tenis, para participantes de Special Olympics de España, que tuvo un encuentro nacional en las instlaciones de la Escuela Rafa Nadal en Manacor, y donde pudo conocer a otro gran deportista.

Y es que,Eduardo, no ceja.

Y el domingo, Eduardo, acompañado de su inseparable caddie y padre, Pablo -que esta vez no pudo ejercer de caddie-, logró la victoria en Clasificación Hándicap Caballeros del Torneo de Pitch & Putt con una vuelta de 51 golpes, (-3) del campo. Dos menos que el segundo clasificado, Jesús Pastor, y uno de los únicos cinco jugadores que lograron superar al campo.

Todo normal.

Pero meritorio y excitante, porque Eduardo Vegas participa en las pruebas como discapacitado intelectual, pero superdotado de ilusión, carácter, trabajo y dedicación -y eso sí que no es normal-.