No puede tener quejas Pedro Oriol de su comienzo en el Challenge de Eslovaquia. Probablemente le hubiese gustado arañar el golpe que le habría llevado al liderato en esta primera jornada, pero después de tener que empezar de cero en el hoyo 10, no se puede pedir más.
No puede tener quejas Pedro Oriol de su comienzo en el Challenge de Eslovaquia. Probablemente le hubiese gustado arañar el golpe que le habría llevado al liderato en esta primera jornada, pero después de tener que empezar de cero en el hoyo 10, no se puede pedir más.
Con un arranque inmejorable, birdies al 1 y al 2, el madrileño vio como llegaban dos bogeys antes del hoyo 9 que le obligaban a cruzar el ecuador del día con su tarjeta como había empezado, con los 72 golpes del recorrido intactos.
Por suerte, el buen momento de forma que ya exhibió en Madrid hace algunas semanas ha vuelto a aparecer y los birdies comenzaron a caer en los segundos nueve. Cinco en nueve hoyos, cuatro de ellos consecutivos, suficientes para auparse hasta la segunda plaza de la clasificación, justo a un golpe del líder.
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