Cada vez que pisas el tee del 1, es como empezar una nueva relación amorosa, pero con swing. El golf es ese amante cruel que te da un solo día de gloria para castigarte el resto del mes. Es la única forma de deshojar la margarita con una certeza amarga: me quiere, no me quiere, y mañana, probablemente, tampoco.
Campo de golf cuajado de margaritas
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