Marta Sanz nos cuenta su experiencia en el British Open, el primer major de su carrera.
Marta Sanz ha hecho realidad un sueño esta semana. La golfista madrileña ha disputado el primer grande de su carrera. Sangre, sudor y lágrimas (literal) le costó meterse en el Ricoh Women British Open, aunque la experiencia, el resultado y las sensaciones lo compensan todo. Primer grande y corte superado. No muchas pueden presumir de esto. Balance final notable y, sobre todo, objetivo claro de jugar los grandes de una manera habitual. Marta ya ha abierto la lata y ahora quiere seguir probando...
La experiencia de la pequeña de las hermanas Sanz ha sido fantástica, empezando desde la previa que jugó el lunes y donde consiguió clasificarse. La ilusión pudo con un físico mermado. “La sensación del British ha sido increíble. Desde que firmé seis menos en la clasificatoria he sentido una satisfacción muy grande. Estaba jugando muy bien y tenía muchas ganas de jugar en Escocia para clasificarme por ahí (tres plazas), sin embargo me dio un espasmo en un músculo del cuello y a duras penas pude acabar los primeros 36 hoyos. Después, jugué la previa sólo con medios golpes, pero creo que las ganas vencieron a la lesión y por eso me metí”, asegura Marta a la Federación de Golf de Madrid minutos antes de embarcar en un avión tras acabar el British.
Marta ha cumplido un objetivo que tenía metido entre ceja y ceja esta temporada. Quería jugar al menos un major, como fuera, probar la miel de los grandes y verse swing con swing con las mejores en un campo de prácticas. No sólo era un objetivo de este año, sino algo en lo que viene pensando desde casi la primera vez que agarró un palo. “Desde pequeña ha sido un sueño jugar los majors y en especial el British. Cuando me pasé a pro se convirtió en un objetivo principal en mis entrenamientos. Verme allí el martes entrenando fue una alegría inmensa porque noto que el trabajo me está llevando donde quiero llegar”, afirma.
Marta no es de las que se conforma con haber probado el manjar una sola vez. Sabe que ahora toca seguir trabajando y buscar el siguiente, por qué no, el Evian Championship. “Aún falta mucho trabajo y obviamente quiero hacer regular lo de jugar majors, pero haber competido en este British me da mucha fuerza”, señala.
Las imágenes de esta semana se agolpan a borbotones, pero la golfista del RACE tiene claro el primer análisis. “Lo que más me ha sorprendido ha sido la cultura de golf de los espectadores, entienden cuando estás sufriendo y cuando te van bien las cosas y te transmiten esa sensación. Lo que menos me ha sorprendido es el nivel de juego de las jugadoras, es tan alto como me lo esperaba (jajajaja). Son todas muy buenas”, explica.
Marta consiguió controlar los nervios en todo momento. Una buena muestra fue ese viernes peleado al extremo por pasar el corte y conseguido de manera brillante pese a tener durante todo el día la espada de Damocles encima. “La verdad es que no he estado nerviosa, no soy de ponerme nerviosa, aunque sí que tenía ese extra de ganas por estar ahí”, apunta.
Serán muchos los recuerdos que queden de esta semana en su retina, pero en cuanto a golpes, lo tiene claro. No tarda en elegir: “Fue el viernes, un globo en el hoyo 1, con el green en bajada que la dejé a un metro y salve un par muy difícil”. Habrá más globos, habrá más British y habrá más majors. Esto no ha hecho más que empezar.
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