Hay cosas que nunca se olvidan en la carrera de un jugador de golf. Pasen los años que pasen y gane los torneos que gane. Puede hacer muchos birdies, un saco de eagles y hasta meter puros de costa a costa en un green endiablado que sube y baja como si fuera una montaña rusa. Sin embargo, el hoyo en uno y el albatros quedan cincelados para siempre en la memoria. No hay nada igual. Qué decir si ese hoyo en uno o albatros es el primero de tu vida.

El madrileño Jacobo Pastor logró el primer albatros de su carrera este jueves en El Parador de Málaga, durante la penúltima prueba regular del Gecko Pro Tour. Acabó el torneo en segunda posición, un excelente resultado, pero lo que no le quita la sonrisa de la boca desde ayer es ese fabuloso golpe desde la calle en el hoyo 1. Sí, en el hoyo 1, es decir, su segundo golpe del día. “Fue increíble. Tenía unos 170 metros a la bandera y un viento muy fuerte cruzado, de derecha a izquierda. Pegué el hierro 6 y desde que salió me di cuenta de que era muy buena. Estaba seguro de que me iba a dejar una opción muy buena de eagle. La bandera estaba corta, a la derecha y vi cómo la bola se acercaba. Me dije, muy bien, se va a quedar muy cerca... y de repente desapareció. ¡Dentro! Había un árbitro en el green que lo vio y lo celebré con mi compañero de partida, Gabriel Cañizares”, recuerda Pastor, que empezaba la vuelta con tres menos de una tacada.

Es su primer albatros y estuvo muy cerca de redondear la faena con un hoyo en uno. ¿Se lo pueden imaginar? ¿Hoyo en uno y albatros en la misma ronda? Donde hay que firmar... “Fue en el hoyo 13. Igual que en el 1. La vi salir y ya sabía que era muy buena. Emilio Cuartero, que iba en el grupo de delante, me dijo que había pasado a milímetros del hoyo”, señala con una carcajada. Es uno de esos días, aunque quizás la presencia de Gabriel Cañizares a su lado tuvo algo que ver. Desde luego, Pastor y Cañizares empiezan a pensar que hay una especie de conexión que favorece que sucedan cosas increíbles cuando juegan juntos.

“Gabriel debe estar flipando. Ayer fue el albatros, pero con él jugué también la previa del Open de España y la pasé y también coincidimos en el Campeonato de España de la APG y gané, algo hay...”, señala entre risas. Curiosamente, además, el propio Cañizares tiene dos albatros hechos en El Parador, uno en el hoyo 1, el mismo que Jacobo, y otro en el 12. La bola con la que logró el albatros ya tiene un lugar de privilegio en el baúl de los recuerdos del golfista madrileño. Es más, no arriesgó ni un golpe. “Nada, nada, al salir del green del hoyo 1 la guardé y saqué otra, que la salida del hoyo 2 es muy estrecha y me dije, a ver si la vas a mandar ahora fuera de límites. Esta la guardo para siempre. Es una Callaway SR3, también del número 3”, afirma.

Más allá de la reconfortante anécdota del albatros y de su segunda posición en el Gecko, la realidad es que el juego de Pastor está listo y preparado para una larga y dura y temporada, en la que compaginará el Challenge Tour con el Asian Tour, aunque sus cinco sentidos estarán puestos sobre todo en el Lejano Oriente. “Tengo claro que es mi circuito y me voy a centrar en él, aunque todavía no sabemos demasiado sobre los torneos que vamos a tener después de verano. Jugaré algo del Challenge, pero no mucho: Austria, República Checa y Suiza los jugaré seguidos y después Finlandia, La Gomera y ya iremos viendo. Los próximos torneos que juego son el Alps de Valdeluz e Indonesia. De hecho, por estar en Asia me pierdo el Challenge de Madrid, que me da mucha pena”, explica.