Aunque el objetivo era acabar entre los diez primeros, la ronda sabatina en el Alps Tour impidió que Javier Gallegos cumpliese con su meta de terminar en una de esas posiciones de privilegio. El madrileño repitió los 73 golpes del viernes, lo que le obligó a conformarse con la décimo tercera plaza de la general en el torneo parisino.
Aunque el objetivo era acabar entre los diez primeros, la ronda sabatina en el Alps Tour impidió que Javier Gallegos cumpliese con su meta de terminar en una de esas posiciones de privilegio. El madrileño repitió los 73 golpes del viernes, lo que le obligó a conformarse con la décimo tercera plaza de la general en el torneo parisino.
La tercera y definitiva ronda no empezó bien para Javier. Un bogey en el primer hoyo del recorrido avisaba al del RACE de lo que se le avecinaba, aunque su rápida respuesta, arrancándole un birdie al campo parecía poner coto a los problemas, dos bogeys consecutivos en el 4 y el 5 le demostraban que aquello no había hecho más que empezar.
A partir de ahí, los últimos hoyos de la primera mitad del recorrido se convirtieron en un pulso entre Gallegos y un campo empeñado en enseñarle los dientes, pero al que el madrileño terminó apaciguando en el hoyo 10 donde puso su tarjeta de nuevo al par y así siguió hasta el hoyo 15 donde un nuevo error le obligaba a corregirlo con birdie en el 16 y a escuchar la respuesta del campo en el 17. Un bogey que marcaría el resultado final.
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