Gonzalo Fernández Castaño ha firmado una primera vuelta magnífica en Augusta. Ronda de 68 golpes para el madrileño y cuarta posición, redondeando un arranque español de película en el Masters, con Sergio García como colíder del torneo con una tarjeta de 66 golpes.

Fernández Castaño ha llegado al primer grande de la temporada en un momento de juego, físico y mental fantástico. El madrileño ha jugado muy sólido, cometiendo un único bogey en el hoyo 18, al dejar escapar un putt de par de unos tres metros. En el resto del recorrido ha estado sensacional. Hizo cinco birdies, cuatro de ellos en los pares 5 de Augusta y uno de propina en el 17 tras pegar un tirazo.

La clave de su vuelta, no obstante, ha estado en el tramo que comprende los hoyos 8, 9 y 10. Igual pudo salir con +2 que con -2. En el hoyo 8 se fabricó un birdie muy bueno tras fallar la salida a la pinaza. En el 9 metió un putt cuesta abajo desde fuera de green tocando en el mástil de la bandera. Y en el 10 también falló la calle y salvó el par al embocar un putt de seis metros. Golf de alta escuela combinado con unas magníficas lecciones de supervivencia. El manual para estar arriba en Augusta.

Gonzalo estaba más que satisfecho tras la ronda. No sólo es su primera vuelta bajo par en el Masters, también es su primera vuelta por debajo de 70 golpes. Fabuloso. "Estoy muy contento. El Masters es un torneo muy importante para el golf español y sólo con darme la oportunidad de jugarlo o pasear por sus calles es ya un lujo. Así que después de una vuelta así os podéis imaginar la felicidad", explicaba el jugador de Puerta de Hierro.

Fernández Castaño ha llegado al Masters en un momento óptimo de confianza. Sabe que esto no ha hecho más que empezar, pero tampoco descarta nada. "Por qué no voy a ser yo quien gane la quinta chaqueta verde para el golf español, o Sergio, o Chema... Quién sabe. Sería algo fantástico y necesario para el golf español, como inspiración para los más jóvenes", apuntó.

Aun así, todavía quedan cosas por pulir. Gonzalo es exigente y asegura que no ha estado todo lo brillante que habría podido con el putt. "No he tenido toda la confianza necesaria con ese palo y me he quedado corto más veces de las que hubiera querido. Necesito patear mejor los tres próximos días", afirmó.

Finalmente, el tiempo ha respetado la primera ronda del Masters de Augusta. Se colocó el cartel de amenaza de tormenta tres horas antes del final de la ronda, pero no hubo que suspender. Tampoco llovió. El frente pasó de largo. La tormenta la pusieron los jugadores españoles. Olazábal, por su parte, empezó con una ronda de 74 golpes.