La pareja Fernández Castaño – Flores ayer no funcionó. Lo que parecía una maquinaria perfectamente engrasada donde el madrileño ejercía de engranaje principal, ayer se paró en medio de una jornada en la que no les salió prácticamente nada.
La pareja Fernández Castaño – Flores ayer no funcionó. Lo que parecía una maquinaria perfectamente engrasada donde el madrileño ejercía de engranaje principal, ayer se paró en medio de una jornada en la que no les salió prácticamente nada.
De hecho fueron los bogeys los que marcaron la tónica en una jornada en la que el exceso de golfistas que superaron la criba del viernes, obligó a realizar un nuevo corte del que Gonzalo – junto al americano Martin Flores – no podrá disfrutar este domingo.
Cuatro bogeys y dos birdies completaron una tarjeta de 74 golpes que, a todas luces, resultaron insuficientes para seguir adelante en el torneo del PGA Tour.
El golf y la felicidad tienen una relación compleja y fascinante. Aunque a veces pueda ser frustrante, el golf ofre...
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