Fernández Castaño superó una nueva prueba de fuego en su carrera como jugador

Gonzalo Fernández Castaño ha firmado una tarjeta de 73 golpes en la tercera ronda del Masters de Augusta y se encuentra en la decimocuarta posición del torneo, a sólo un golpe del top ten y a seis de la cabeza, que comparten el argentino Ángel Cabrera y el norteamericano Brandt Snedeker. Tiger está a cuatro golpes del liderato.

Fernández Castaño superó una nueva prueba de fuego en su carrera como jugador. Se enfrentó a su primer sábado de campanillas en un grande y, además, lo hizo con la siempre incómoda presencia de Tiger Woods a su lado. Incómoda por todo el público que arrastra, por el movimiento que genera y por la gran cantidad de cámaras que lo persiguen. Mucho más un sábado, en Augusta y con opciones de ganar. Y mucho más después de toda la polvareda que levantó su sanción de dos golpes de penalidad por un dropaje incorrecto en el hoyo 15 el viernes y su no descalificación.

No era fácil concentrarse en tales circunstancias. De hecho, Gonzalo empezó con bogey tripateando. Sin embargo, el madrileño ya está curado de espanto en lo que se refiere a jugar con Tiger. Ya se enfrentó a él en el Accenture el pasado año y compartió ronda el sábado de Bay Hill hace tres semanas. La experiencia es un grado y el jugador de Puerta de Hierro lidió con la situación de forma excelente. Brilló por momentos y le fue ganando la partida a Woods hasta que en los nueve segundos hoyos perdió la inspiración en los greenes. Y ya se sabe, en Augusta, si no estás bien en los greenes no sacas rédito.

Gonzalo no sólo lidia con la presión de jugar junto a Tiger, sino que ha aprendido a disfrutar del momento, y mucho más en Augusta, un jardín del que poco a poco va cayendo perdidamente enamorado. "Creo que ya me quité la espinita de jugar con Tiger en Bay Hill, donde había casi más público que aquí, y que me ha servido para esta ocasión. Ya pasé por eso. En realidad es bonito jugar un sábado de Masters junto a Tiger, es una experiencia que no muchos pueden decir que han tenido y ha merecido la pena. Creo que he sabido aguantar el tipo. Todo esto es un proceso de aprendizaje que sirve para el futuro", señaló.

Los aficionados que siguen a Tiger son muy ruidosos, pero ni aún así le borran la sonrisa de Gonzalo en Augusta.  "Es un placer porque es como si estuvieras viendo un videojuego, pero tú formas parte de él y lo puedes tocar. Es muy bonito, aunque hoy no me hayan salido demasiado bien las cosas", apunta.

Es cierto que Gonzalo ha perdido un poco de terreno en la tercera ronda, pero aspira a todo el domingo. Aún puede dar algún susto a los de arriba.  "He jugado bien, pero no he pateado bien. Creo que estoy lejos para la pelea por la victoria. Yo intentaré hacer las menos posibles, pero con este campo y estos greenes no puedes ser muy agresivo. Hay que respetar a Augusta. Ojalá pudiera estar lo más arriba posible, pero creo que un top 5 o un top 10 es un buen objetivo", afirmó.

El madrileño sale a jugar el domingo a las 19.20 (hora peninsular española) junto a el danés Thorbjorn Olesen.