Gonzalo Fernández-Castaño no jugará el fin de semana del US Open. El jugador madrileño ha fallado el corte tras firmar una segunda vuelta de 76 golpes para un total de +12. Semana para olvidar en la que ninguna parcela del juego estuvo a la altura de un test tan exigente como Pinehurst Nº2.

Gonzalo salió hoy dispuesto a luchar para jugar los cuatro días en el segundo grande de la temporada. Empezó con birdie en el hoyo 10 y firmó una fabulosa recuperación en el 11 que estuvo a punto de embocar para birdie. Sin embargo, la luz se apagó en el hoyo 12, a causa de un putt de par fallado de menos de un metro. Ese error hizo mella y se tradujo en dos bogeys más en el 13 y en el 14, ambos con un hierro en la mano desde el centro de la calle. Demasiada irregularidad y poca suerte. Cuando necesitó un empujón de la diosa fortuna, ésta le dio la espalda, como los putts de birdie del 17 y el 18. “Ninguno de los 14 palos ha estado bien esta semana, pero lo que más me preocupa es el putt, que no ha funcionado nada bien”, señaló Gonzalo tras firmar la tarjeta.

Balance negativo de US Open, como no podía ser de otra manera, pero el jugador de Puerta de Hierro ya sólo mira hacia delante. La próxima semana disputará el Travelers Championship y después cruza el charco para afrontar el BMW International Open del European Tour. “La conclusión que saco de este US Open es que me tengo que poner las pilas si quiero mantener la tarjeta o tendré que ver el PGA Tour el año próximo por televisión”, explicó.

En cuanto al torneo, el gran protagonista es Martin Kaymer. El jugador alemán ha firmado una segunda ronda consecutiva de 65 golpes para un total de -10. Acumula 130 golpes en dos jornadas, récord absoluto en las 114 ediciones del Abierto de los Estados Unidos. Llega al fin de semana con un buen colchón de golpes a su favor, pero no se puede dormir en los laureles en un recorrido que se jugará al límite el fin de semana.