Paloma Enríquez se retira de la administración de las Reglas de Golf en nuestras competiciones, pero no disminuirá un ápice su pasión por el golf.
Hace casi cuatro décadas que Paloma Enríquez empezó a cuidar a los golfistas madrileños en la difusión, concienciación y aplicación de las Reglas de Golf.
Convenciendo y enseñando la importancia de las Reglas en la práctica de su deporte favorito. Una pasión que empezó en Murcia pero que se afianzó en cuanto llegó a Madrid, en el Club de Golf B.A Barberán y Collar, y especialmente en el mundo del arbitraje.
Árbitro territorial, nacional e internacional, Enríquez es una amante del golf y sus Reglas, que ha transmitido a una generación de golfistas y a su propia familia, que ya empieza a preparar el relevo.
"¿Dónde está mamá? -Dando bolas... Mira, hija, antes de acercanos, vamos a dar unas bolas, que nos da tiempo..., eso es el golf para mi madre", comenta Cristina Cordero, hija de Paloma.
Hablamos con Paloma sobre lo que ha representado el golf en su vida, y especialmente su dedicación al arbitraje, y hablamos con los que la han conocido y lo importante que ha sido su figura para el golf de nuestra comunidad ayudando a que los más pequeños amen el deporte, a su ímpetu en la creación del Programa CETEMA y ayudar a los profesionales.
"A cualquiera de los profesionales madrileños les he conocido desde niños", dice Enríquez justo cuando pasa por delante Eugenio López-Chacarra, que en el momento de la grabación todavía no había recibido la llamada de LIV Golf para pasarse a profesional y engrosar el nuevo circuito.
Un joven más que ha pasado por el cariño y la determinación de la árbitro madrileña que se retira de la administración de las Reglas de Golf dejando un grandísimo legado en el golf madrileño y nacional.
"Arbitrar a los pequeños o cuando iba de capitana con ellos en alguna competición, es lo que lo más satisfacción me ha dado. Compartir su pasión es lo más edificante", añade Enríquez. Una pasión que ha heredado su familia, jugadores y amantes de las Reglas de Golf.
"Mi abuela siempre va con un Libro de Reglas bajo el brazo haya donde vaya, y ahora lo hago yo", comenta Alberto Abarrategui, nieto de Paloma y estudiando para ser futuro árbitro.
Paloma Enríquez se retira hoy de la práctica arbitral, pero no de su pasión por el golf.
¡Muchas gracias, Paloma!
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