"No te sientes con la misma confianza cuando estás sobre la pelota”, explicó el madrileño

Nacho Garrido y Santi Luna acabaron su participación en el Trofeo Hassan II con dos vueltas de 73 y 77 golpes, respectivamente, para un acumulado de +1 y +10. Un discreto final para una semana de la que deben sacar una lectura positiva. El juego de Garrido anda cada vez más fino, rozando ese momento dulce que le permitirá pelear por los triunfos pronto, quién sabe si no será en el próximo Open de España en El Saler. Mientras, Luna ha pasado el corte, premio más que valioso si tenemos en cuenta que su cabeza anda ya más en el Senior Tour que otra cosa.

La última vuelta en el Golf du Palais Royal ha sido de mono de trabajo para Garrido. El jugador madrileño contaba después de la ronda que ha tenido que jugar prácticamente sin driver.

Ayer, mientras estaba dando bolas en la calle de prácticas, se le rajó la cara del palo, un pequeña fisura que descubrió su caddie Miguel Ángel Duque y que no ha podido reparar, ya que los camiones de material del European Tour no se desplazan hasta Marruecos. Así las cosas, ha tenido que disputar la última ronda con este driver a medio gas. Ha tirado mucho de madera 3 y sólo ha utilizado el otro cuando no quedaba más remedio. “La bola no salía bien, pero sobre todo es algo que afecta mentalmente. No te sientes con la misma confianza cuando estás sobre la pelota”, explicaba.

En cualquier caso, la historia de Garrido en Marruecos ha tenido dos partes bien diferencias. Han sido dos torneos en uno. Por un lado, ha estado su actuación en los hoyos 3, 4, y 5, donde ha firmado un acumulado de +10. Un calvario. Sin embargo, en los sesenta hoyos restantes del torneo, ha hecho -9, un resultado que, por ejemplo, le habría servido para terminar en la quinta posición. Ya ven, Nacho no está tan lejos del algo bueno, como defendía al inicio de la semana.

Santi Luna, por su parte, debe marcharse satisfecho al comprobar que se sigue manteniendo absolutamente competitivo al lado de los más jóvenes. Torneo de mucho mérito para el jugador madrileño, que por desgracia no tiene demasiadas opciones de jugar citas oficiales más allá del circuito de profesionales de Madrid.

La victoria en el Trofeo Hassan II fue para el alemán Marcel Siem, que consigue meterse en el Masters de Augusta. Los mejores españoles fueron Pablo Larrazábal, que acabó cuarto, y Álvaro Velasco, que fue quinto.