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Entrevista a fondo con Gonzalo Fernández Castaño: "Ha sido un año bastante estresante"

Gonzalo Fernández-Castaño (Madrid, octubre de 1980) acaba de poner la rúbrica al año del regreso. Un año duro, complicado, interminable. Un año con final feliz. Cumplió el gran objetivo y recuperó la tarjeta del PGA Tour por la vía rápida.

 

Gonzalo Fernández-Castaño (Madrid, octubre de 1980) acaba de poner la rúbrica al año del regreso. Un año duro, complicado, interminable. Un año con final feliz. Cumplió el gran objetivo y recuperó la tarjeta del PGA Tour por la vía rápida.

 

Sin embargo, como esto del golf profesional no para, ya ha empezado la siguiente temporada en el PGA Tour y los primeros torneos no han salido como esperaba. No es fácil poner en marcha el motor cuando tus sensaciones, tu cabeza y todo lo que te rodea te dice que has terminado. Lo cierto es que tampoco andaba muy sobrado de gasolina.

 

Ahora tendrá tiempo para recargar las pilas, disfrutar de la familia y hacer una pretemporada como mandan los cánones. Serán dos semanas sin coger un palo aunque el entrenamiento físico específico ya ha comenzado. Entre agujeta y agujeta atiende amablemente la llamada de la Federación de Golf de Madrid. Momento de hacer balance y mirar hacia adelante.

 

Cómo se siente uno con la sensación del 'deber' cumplido... “El balance es bueno, obviamente. El gran objetivo era recuperar la tarjeta del PGA Tour y lo hemos conseguido. Estoy contento con mi juego, aunque la realidad es que no he llegado a jugar al nivel que yo quiero. He tenido cierta consistencia y el logro de conseguir la tarjeta, pero por otro lado estoy un poco decepcionado por los primeros torneos en el PGA Tour. Me duele no haber pasado dos cortes. En cualquier caso, veo el vaso medio lleno. He hecho valer este año mi experiencia y las tablas de diez años de profesional y saqué la tarjeta en las Series Finales”.

 

Da la sensación de que el PGA Tour no da un respiro... “Cada semana que juego, cuando me mido con los jovencitos que pegan medias de 330 yardas, tengo la sensación que de voy para atrás. Los campos se me quedan más largos, me cuesta. Parece que no pero son ya 36 añitos y en esto de la potencia estoy en el vagón de cola. Eso sí, cuando ves ganar a Pampling o Pat Perez te vienes arriba. Eso anima”.

 

Podría decirse que la distancia es una ley de vida, cómo se lidia con eso... “Es complicado la verdad. Además, las últimas semana no le he pegado demasiado bien a los hierros largos. Yo sé que cuando estoy fino, puedo dejarla más cerca con el hierro 7 que otros con el 9, pero en los últimos torneos, seguramente por cansancio físico y mental, el swing no ha estado donde debería. De todos modos, si pegas largo y después tienes palos cortos a banderas difíciles, con greenes duros y rápidos, no cabe duda de que la vida es más agradable. Sea como fuere, la realidad final y lo mejor del PGA Tour es que es circuito que te empuja a mejorar, a superarte cada vez, porque si no lo haces te quedas atrás. Aquí no esperan a nadie...”.

 

Si tuviera que elegir lo mejor de la temporada sería... “Sin duda la parte mental. He mejorado mucho en ese aspecto este año, aunque lo cierto es que en las últimas semanas he visto al Gonzalo antiguo. Por un lado es lógico, porque sale a relucir los recuerdos de haber jugado en el PGA Tour mal, en determinados campos donde no te fue muy bien y no es sencillo. La parte psicológica del juego es donde más he evolucionado, pero claro nunca puedes decir 'ya me he curado'. Se sigue trabajando cada día porque a nada que bajes la guardia vuelven los demonios”.

 

Echando un vistazo a los números con el putt al mejoría también es notable... “Con el putt estoy contento. Me considero más consistente desde cerca. Es curioso porque antes me consideraba un mal pateador de cerca, pero después metía bastante de cuatro y cinco metros. Y ahora es al revés. Estoy muy bien en distancias cortas y me gustaría meter alguno más largo. De todos modos, soy más consistente y, sobre todo, puedo tirar con más seguridad los putts largos porque no hay miedo a pasarme un metro”.

 

El PGA Tour es cada semana una carrera de locos a la caza del birdie, cómo se vive con eso... “Pat Perez lo dijo después de ganar en Mayakoba. La filosofía es que si vas cinco menos en el día debes ir a por el diez menos. Así es el PGA Tour. No puedes bajar el pie del acelerador, aquí hay que seguir apretando porque aquí a los jugadores parece que no les da miedo, no les impresiona ir siete, ocho o nueve menos en el día. Todas las semanas hay un jugador que ronda el 59. Es algo que me cuesta y tengo que aprender. Por ejemplo, en Mayakoba el segundo día me puse cuatro menos después de siete hoyos y después parece que me relajé. Aquí cuando sales a empatar pierdes siempre. Si vas cuatro menos hay que pensar en ocho”.

 

El mejor momento del año... “Por sensaciones sin duda en las Finales, y especialmente en el Boise y en Columbus. Es cuando más confianza sentí y en los campos que más cómodo me encontré. El resto del año ha sido bastante estresante, la verdad, desde clasificarme para las Finales hasta sacarme luego la tarjeta. Un gran momento lo viví también en Napa, en el primer torneo de la temporada en el PGA Tour con la tarjeta recién recuperada. Lo pasé muy bien, los otro jugadores te saludan, te felicitan y ves que la gente se alegra de que lo has conseguido. Ahí ves que el estrés ha merecido la pena”.

 

Radiografía al golf mundial... “En América ha cambiado el comsionado. Tim Finchem ha sido un gran jefe del circuito que tuvo la suerte de tener a Tiger Woods y a Phil Mickelson. Eso es una gran suerte. Ahora que parece que la luz de Tiger se ha empezado a apagar han aparecido Day, Spieth, McIlroy, Fowler, todo chicos jóvenes que, aparte de ser buenísimos, son grandes embajadores del deporte, rara vez dicen cosas raras. Son unos embajadores excepcionales y eso es muy bueno para el golf y para el PGA Tour. Eso sí, Finchem se ha ido el día antes de las elecciones americanas y ya sabemos lo que ha pasado. El nuevo va a tener que lidiar con Donald Trump, a quien le quitaron el WGC Cadillac. No veo que Trump sea un hombre que olvide a sus enemigos. Se la jugaron con el Cadillac y ahora a ver qué pasa. Ese marrón está ahí.

 

En el Circuito Europeo estamos viendo cambios en la buena dirección, aunque algunos no me están favoreciendo, como lo de eliminar la categoría antiguo ganador para entrar en los torneos o en la Final de la Escuela. En cualquier caso, Pelley parece que tiene buen ojo para los negocios, así que a ver qué tal sale. Veamos cómo funciona el torneo de seis hoyos match play, la idea de hacer un nocturno... Todo lo que sea atraer nuevo público estoy de acuerdo, después hay que testarlo y ver. Es un tema de prueba y error. Me parece bien probar cosas nuevas porque para las tradiciones ya tenemos a Augusta y el Open Británico.

 

Y en cuanto al mercado asiático pues claramente está creciendo. La irrupción de Hideki Matusyama, el torneo en Corea del PGA Tour... Asia es un mercado en expansión. Siempre me ha gustado jugar allí y estaré encantado de volver cuando pueda”.

 

Planes inmediatos... “Dos semanas sin coger un palo, trabajo físico y preparar la próxima temporada. Después del primer re-ranking del PGA Tour me he quedado más o menos donde estaba, por lo que creo que entraré en el Sony Open, San Diego, Carrer Builder y Pebble Beach. No creo que entre en Phoenix y pediré una invitación para Riviera. Después de Los Ángeles hay un nuevo re-ranking, así que tengo que jugar bien para estar bien colocado para poder seguir jugando y sumando”.

 

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