Gilberto Peña, profesional de la RFGM, tenía claro su futuro y no era en un campo de golf, pero una enfermedad le hizo cambiar su actitud, y de deporte.
Encontró el golf, una familia que le apoyaba y un profesional, Federico Cerrada, que le ayudaron a encontrar nuevos objetivos y, sobre todo, a ver la vida de otra manera.
Una manera que no le hiciera daño.
Esta es su historia.
Seguramente el palo más importante de la bolsa: tu mente
Los tonos vivos pueden aumentar los niveles de energía, mejorar el humor e incluso tu manera de jugar a golf. Es l...
La Navidad, un momento idóneo para jugar, competir y festejarlo con familia y amigos.