Le ha tocado trabajar duro a Pedro Oriol para lograr quedarse dentro del corte del Lyonnes Open después de comenzar el día con tres golpes en su contra. Esa rémora de los 75 impactos con los que ayer completó el primer recorrido en el torneo del European Tour se fueron incrementando en los nueve primeros hoyos y, después de dos bogeys y otro doble, parecía que el objetivo de pasar el corte se iba a convertir en una misión imposible.
Le ha tocado trabajar duro a Pedro Oriol para lograr quedarse dentro del corte del Lyonnes Open después de comenzar el día con tres golpes en su contra. Esa rémora de los 75 impactos con los que ayer completó el primer recorrido en el torneo del European Tour se fueron incrementando en los nueve primeros hoyos y, después de dos bogeys y otro doble, parecía que el objetivo de pasar el corte se iba a convertir en una misión imposible.
Sin embargo, Oriol no es un hombre de los que se rinda fácilmente, y sabiendo la necesidad de hacerlo bien con la que salía, aprovechó con creces su segunda vuelta. Hoy partía por el tee del 10, por lo tanto, su décimo hoyo estaba en el primero del campo y no quiso desaprovechar la ocasión para celebrar el paso del ecuador del día rebajando un golpe a su tarjeta. Lamentablemente, el bogey del hoyo dos le devolvía a donde dejó la primera vuelta.
A partir de ahí, parece que en el hoyo 3 encontró la inspiración, y después de saldarlo al par, empezaría una rápida recuperación que le condujo hasta el final de la jornada con cuatro nuevos birdies en su tarjeta que sirvieron para ponerse en tablas con el campo y dejar su global en +3, el resultado en el que finalmente se fijó el corte.
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