El director Deportivo de la Federación de Golf de Madrid, Carlos de Corral, ha hecho esta semana un pequeño paréntesis en sus habituales ocupaciones.
El director Deportivo de la Federación de Golf de Madrid, Carlos de Corral, ha hecho esta semana un pequeño paréntesis en sus habituales ocupaciones. Todo lo que fuera por echar una mano a un buen amigo, porque de eso se trataba, fundamentalmente. Carlos ha llevado esta semana la bolsa de Eduardo de la Riva en el Portugal Masters, una cita vital para el jugador catalán, pues en ella tenía que confirmar una plaza entre los 110 primeros de la Race to Dubai para asegurar sus derechos de juego completos en 2017.
“Se puede llegar a pasar mal, porque no estás en tu salsa, en lo tuyo. Yo no soy caddie profesional y eso antes o después lo notas en el campo, cuando la tensión se puede tocar con las manos”, explica el director deportivo de la madrileña, para a continuación darnos la clave de su presencia en el Victoria Clube de Golfe: “mi trabajo aquí esta semana estaba mucho más fuera de las cuerdas y hasta del club de golf. Somos amigos desde hace mucho tiempo y Eduardo se enfrentaba a algo así como el último examen de una oposición, así que mi misión era conseguir que estuviera relajado”.
El objetivo, desde luego, se ha conseguido, porque De la Riva, por momentos ha bordado el golf (en la tercera ronda marchaba seis menos en el día al salir del hoyo 12…). “Si lo piensas bien, lo importante era pasar el corte. Sólo con eso realmente se tenía que dar una carambola diabólica para que Edu no mantuviese la tarjeta. Se trataba de hacer como mínimo dos o tres menos al día en un campo que estaba muy sencillo esta semana. Lo que pasa es que en una ronda de golf de alta competición siempre pasas por momentos delicados y es ahí donde puede hacer mucho un buen caddie. Y cada jugador es un mundo. Yo, por ejemplo, había hablado antes con Alex Larrazábal, que también ha trabajado de caddie alguna vez con De la Riva, y me había dado una buena recomendación: cuando Edu empieza a obsesionarse o enfadarse después de un par de malos golpes o de contrariedades, lo mejor es hablar con él rápidamente para hacer borrón y cuenta nueva”, explica De Corral.
Los resultados están ahí afortunadamente para Eduardo y para gozo del directivo de la Federación madrileña, que al fin y a la postre ha disfrutado como un niño en un cumpleaños: Eduardo de la Riva ha terminado finalmente en el puesto 105 de la Race to Dubai, con un margen sobrado de casi 15.000 euros respecto al objetivo.
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