Branden Grace acaba de revalidar su título en el Qatar Masters y es ya, por tanto, uno de los jugadores de moda del panorama internacional. Tiene 27 años y está a punto de dar un giro radical a su vida puesto que se traslada a vivir a Estados Unidos, donde va a desarrollar la mayor parte de su carrera, sin renunciar por ahora a su condición de miembro del circuito europeo. Por si quedaba alguna duda, este aguerrido jugador sudafricano con mentalidad de acero, situado a las puertas del top-ten mundial, ya forma parte de la súper élite del golf mundial.

¿Alguien pudo intuir este perfil de extraordinario jugador cuando un 5 de junio de 2008 Branden firmaba una tarjeta de 80 golpes en la primera ronda del Reale Challenge de España, disputado en el madrileño campo de Retamares? Acababa de cumplir 20 años dos semanas atrás y hasta ese momento sólo había jugado trece torneos del Challenge Tour y cuatro del European Tour en tierras sudafricanas…

Con semejante lastre en la primera ronda, Grace no pasaría el corte en aquella aventura, su primera como profesional en tierras españolas y madrileñas. Volvería a Madrid en octubre de 2009 para disputar el Madrid Masters en el Centro Nacional. Era su primera temporada en el circuito europeo tras haber ganado los derechos de juego en la Escuela (aquel 2008 terminaría en el puesto 35º en el ranking del Challenge) y no conseguiría mantenerlos a final del ejercicio. De hecho, en esa su segunda incursión madrileña tampoco pasaría el corte, aunque sí anduvo más cerca (se quedó a un golpe).

A pesar de su juventud y de su brutal explosión en 2012, hace ya cuatro años, también ha pasado sus fatigas para llegar hasta donde está. Incluso, se quedaría fuera del corte en la Final de la Escuela europea en 2010, para recuperar al fin su plaza en el European Tour en la Final de la Escuela de 2011. El resto de la historia es bien conocido: unas semanas después de regresar al circuito europeo ganaría dos torneos consecutivos en tierras sudafricanas, batiendo en uno de ellos en un desempate a dos de sus ídolos, Ernie Els y Retief Goosen…

A pesar de su fiasco madrileño, Grace guarda buenos recuerdos. “Madrid me parece una gran ciudad para cualquier evento deportivo. El recuerdo que tengo es el de unos buenos campos y también que había mucha gente”. ¿Volveremos a verlo jugar por estos lares, ya convertido en una súper estrella? Nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida y Grace tiene ganas de sacarse esa espina…