A menudo la regularidad es la clave para ganar un torneo, salvo cuando los resultados que se repiten son más altos que el par del campo. Eso es lo que le ha pasado a Carlos Balmaseda. Repetir 73 golpes por segundo día consecutivo, no ha sido de gran ayuda a la hora de aproximarse a las primeras posiciones.
A menudo la regularidad es la clave para ganar un torneo, salvo cuando los resultados que se repiten son más altos que el par del campo. Eso es lo que le ha pasado a Carlos Balmaseda. Repetir 73 golpes por segundo día consecutivo, no ha sido de gran ayuda a la hora de aproximarse a las primeras posiciones.
Lejos de lograr ese objetivo, Balmaseda ha vuelto a perder puestos en la clasificación teniendo que conformarse con un empate en la trigésimo octava posición de un torneo que acabaron 64 golfistas. Entre ellos, el novato Leo Lilja, que tras hacerse con la tarjeta en la escuela de clasificación celebrada la pasada semana, ha librado un intenso playoff de seis hoyos, el más largo jugado jamás en el Mena, para adjudicarse la primera victoria española del año en este circuito.
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