Alejandro del Rey aún está paladeando su brillante victoria en el Campeonato de España sub 18 disputado la semana pasada en el Club de Golf La Sojuela, en La Rioja. El golfista madrileño conquistó el título por segundo año consecutivo tras un desempate vibrante a dos hoyos frente a Víctor Bjorlow, donde se vieron golpes que quedarán grabados por mucho tiempo en la retina de todos los presentes.
Alejandro del Rey aún está paladeando su brillante victoria en el Campeonato de España sub 18 disputado la semana pasada en el Club de Golf La Sojuela, en La Rioja. El golfista madrileño conquistó el título por segundo año consecutivo tras un desempate vibrante a dos hoyos frente a Víctor Bjorlow, donde se vieron golpes que quedarán grabados por mucho tiempo en la retina de todos los presentes.
Merece la pena recrearse en tres instantes muy concretos. Rebobinamos la cinta con la ayuda del propio Alejandro. Sitúense en el primer hoyo del playoff. Del Rey falla el golpe por la derecha y acaba entre árboles. Lo siguiente es un golpe que recuerda al mismísimo Severiano Ballesteros. “Es cierto que fallé la salida, pero tampoco tuve mucha suerte. La zona tenía mucha pendiente y perfectamente la bola podría haber rodado para terminar en la calle de al lado, que es donde estaba el propio Bjorlow, sin embargo, mi bola se enredó con unas ramas y acabó atrapada en un equilibrio increíble entre dos piñas. No podía quitarlas porque la bola se habría movido y habría sufrido penalidad, así que sólo me quedaba cerrar los ojos, pegar con todo hacia delante y a ver qué salía. La bola salió, pero claro, primero pegué a la piña y la piña pegó a la bola, así que salió directa hacia la izquierda, al tee del hoyo 9”, recuerda.
Entre tanto, Bjorlow pegó un gran segundo golpe desde la calle del otro hoyo y dejó su bola a cinco metros para birdie. Toda la presión del mundo para Del Rey. Necesitaba un golpe mágico. Sabía que mínimo tenía que hacer el par para seguir con vida en el desempate. Nos cuenta el golpe Alejandro. Seguro que cuando lo lean se les viene a la cabeza el nombre del gran Phil Mickelson. “La bola estaba perfecta en el tee del hoyo 9, a unos sesenta metros de la bandera, pero nuevamente no tuve demasiada fortuna. Entre mi bola y el green había una hilera de árboles y justo en mí línea hacia la bandera estaba el más alto de todos. Sabía que necesitaba hacer un buen golpe y me la jugué. No me quedaba otra. Cogí el wedge de 56 grados y abrí la cara del palo todo lo que pude para hacer un globo. Salió perfecta. Uno de los mejores golpes que he dado en mi vida, tanto por la ejecución como por el momento. Se paró a un metro de la bandera”, explica.
Bjorlow falló el putt de birdie y Alejandro metió el de metro para par para seguir jugando. En el siguiente hoyo, el madrileño pegó uno de los golpes del día. Bjorlow se había dejado nuevamente una buena opción de birdie, a unos seis metros, y su respuesta fue extraordinaria. Buscó el trapo, hizo un poco de efecto de retroceso y la dejó a un metro. Metió el putt y se volvió a coronar campeón.
Pocas cosas hay más difíciles en golf que defender con éxito un título. Razón de más para que el talentoso jugador madrileño estuviera satisfecho. “Estoy muy contento por el triunfo y, sobre todo, porque las cosas no me fueron muy bien en El Real de Sevilla, durante la Copa del Rey, especialmente desde el tee de salida y la semana pasada en Sojuela fue mucho mejor. Entre Yago Beamonte, entrenador del equipo nacional, y Fredy, mi entrenador, corregimos una pequeña cosa del 'stance', poner la bola un poco más al pie izquierdo y mantenerme más erguido, y la verdad es que me encontré mucho más cómodo”, afirma.
Alejandro es una de las grandes promesas del golf madrileño. Viene haciendo mucho ruido desde hace tiempo, aunque lo más importante es su evolución. Nunca ha dejado de crecer, siempre mejorando, trabajando, siendo un jugador más completo. Buena culpa de esta excelente trayectoria es del CETEMA, el Centro de Tecnificación de la Federación de Golf de Madrid. “Tengo que agradecer a la Federación lo que hace por nosotros. El plan del CETEMA me permite entrenar todos los días con mi entrenador (mínimo dos horas y media diarias) y compaginarlo bien con los estudios. Esto es clave y seguramente no podría hacerlo sin ellos”, asegura Del Rey.
Alejandro ha vuelto de un merecido descanso en Alicante, donde también se ha estado recuperando de un incómodo catarro, y ya tiene entre ceja y ceja sus dos próximos objetivos: “el Campeonato de Madrid y el Interterritorial Nacional, que me hace especial ilusión. Se juega por equipos y tenemos muchas ganas de ganarlo. Se disputa en Guadalmina la semana del Open de España”.
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