Una semana más Adri Arnaus ha destacado en el Challenge Tour. Tal vez no ha sido un resultado tan bueno como el que ha sellado en las últimas semanas, pero un lugar entre los veinte primeros a estas alturas de la temporada de la segunda división europea no está nada mal.
Una semana más Adri Arnaus ha destacado en el Challenge Tour. Tal vez no ha sido un resultado tan bueno como el que ha sellado en las últimas semanas, pero un lugar entre los veinte primeros a estas alturas de la temporada de la segunda división europea no está nada mal.
Arnaus salió a por los últimos dieciocho hoyos del Foshan Open por debajo del puesto veinte después de firmar una ronda sabatina de 67 golpes, un resultado con el que salía del bucle de 70 golpes en el que había entrado en las dos primeras rondas.
Para el domingo Arnaus tenía reservada su vuelta menos errática. Solo un bogey, en el hoyo 12, afeó su tarjeta. Por cierto que en este hoyo el golfista mantuvo una relación de amor odio que se reflejó en dos bogey y dos birdies a lo largo del torneo. Más allá de la anécdota, dos birdies en los primeros nueve hoyos y otros dos en la segunda parte del recorrido, saldaron la contabilidad del domingo para cerrar el torneo con un total de 276 golpes (-12)
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